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Y comienza a ser parte de nuestra comunidad. Ayuda a las personas para que te encuentren.
La publicidad suele ser muy costosa, he visto nacer y morir muchas ideas y emprendimientos, porque no logran darse a conocer. Si todos podemos ser un poco más generosos nos daremos cuenta de que una comunidad organizada puede conseguir muchas cosas
Mi nombre es Claudia Neira y vivo hace más de 20 años en Pirque, mis hijos han vivido toda su vida aquí. Siempre he pensado que falta una manera eficiente de conocer todo lo que sus habitantes ofrecen. Carteles a la pasada me han dado la idea, hace mucho rato, de cómo satisfacer esta necesidad. Un topógrafo que se ofrece, leña que se vende, fardos de pasto, pipeño, huevos, miel, queso, se reparan techos, se limpian fosas y se construyen casas…
Este proyecto, Yo vendo en Pirque, lo pensé hace muchos años, pero no pude darle el tiempo requerido. Hoy el tiempo está y mi proyecto lo replanteo. La realidad es que nadie tiene plata para pagar publicidad y yo soy otra. En mí hacen sentido otras cosas y quiero ser un aporte. Quiero que la comuna en la que elegí vivir sea mejor y más feliz. Todos tenemos sueños, en el mío a nadie le falta nada que sea necesario, porque siempre hay algo que tú y yo podemos intercambiar, incluso sólo las gracias.
El valor que le damos a las cosas es importante y relativo al mismo tiempo
Después de reflexionar sobre la evolución de “Yo Vendo en Pirque”, he decidido realizar algunos cambios en la plataforma. A pesar de los esfuerzos por ofrecer planes de publicidad accesibles, lamentablemente no hubo suficiente interés por parte de los usuarios en contratar estos servicios.
Como respuesta a esta situación, he decidido simplificar el sitio centrándome en lo esencial. A partir de ahora, en lugar de ofrecer planes de publicidad, simplemente publicaré, de forma absolutamente gratuita, una lista de productos y servicios disponibles en la comuna. Esta lista estará acompañada de un enlace de contacto para que los interesados puedan comunicarse directamente con los proveedores.
Este enfoque más simple y directo mantendrá “Yo Vendo en Pirque” como una plataforma útil para nuestra comunidad, al tiempo que eliminamos la complejidad y los costos asociados con los planes de publicidad anteriores. Agradezco su comprensión y apoyo mientras llevamos a cabo estos cambios.
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Pirque, es una comuna mayoritariamente rural, de la región Metropolitana de la ciudad de Santiago, capital de Chile. Es parte de la Provincia Cordillera y está ubicada a 21,3 km del centro de Santiago. El sector norte de Pirque se encuentra conurbado con el Gran Santiago, pues sólo un puente lo separa de la comuna de Puente Alto.
Cuenta con una superficie de 445,3 Km2 y una población de 26.521 habitantes, según el censo de 2017. Lo que indica, respecto al Censo de 2002 (16.565 habitantes), que la población de la comuna ha tenido un crecimiento del 60% en quince años.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en la comuna existen 13,429 hombres y 13.092 mujeres.
Según el censo de 2017 la cantidad de viviendas construidas en la comuna llegaba a las 8.308, de las cuales 256 se encontraban en venta, para arriendo o abandonadas. 218 viviendas se encontraban desocupadas y 12 viviendas eran ocupadas colectivamente.
Edad | Hombres | Mujeres | Total |
Total comunal | 13.429 | 13.092 | 26.521 |
0 a 4 | 920 | 904 | 1.824 |
5 a 9 | 1.024 | 916 | 1.940 |
10 a 14 | 881 | 893 | 1.774 |
15 a 19 | 976 | 917 | 1.893 |
20 a 24 | 1.056 | 1.020 | 2.076 |
25 a 29 | 1.108 | 1.027 | 2.135 |
30 a 34 | 890 | 875 | 1.765 |
35 a 39 | 861 | 878 | 1.739 |
40 a 44 | 890 | 916 | 1.806 |
45 a 49 | 906 | 938 | 1.844 |
50 a 54 | 1.024 | 1.029 | 2.053 |
55 a 59 | 886 | 806 | 1.692 |
60 a 64 | 678 | 625 | 1.303 |
65 a 69 | 484 | 457 | 941 |
70 a 74 | 383 | 324 | 707 |
75 a 79 | 228 | 226 | 454 |
80 a 84 | 116 | 178 | 294 |
85 a 89 | 81 | 103 | 184 |
90 a 94 | 30 | 48 | 78 |
95 a 99 | 3 | 9 | 12 |
100 o más | 4 | 3 | 7 |
Edad | Hombres | Mujeres | Total |
Total comunal | 16.450 | 16.571 | 33.021 |
0 a 14 | 2,962 | 3.065 | 6,027 |
14 a 17 | 827 | 889 | 1,716 |
18 a 24 | 1,401 | 1,410 | 2,811 |
25 a 29 | 1,193 | 1,165 | 2,358 |
30 a 34 | 1,315 | 1,320 | 2,635 |
35 a 39 | 1,278 | 1,299 | 2,577 |
40 a 44 | 1,225 | 1,187 | 2,412 |
45 a 49 | 1,183 | 1,197 | 2,380 |
50 a 54 | 1,150 | 1,135 | 2,285 |
55 a 59 | 1,090 | 981 | 2,071 |
60 a 64 | 907 | 883 | 1,790 |
65 o más | 1,919 | 2,040 | 3,959 |
Descubrir lo que tenemos frente a nuestros ojos
Nuestra cosmovisión occidental actual se basa en un desarrollo interminable, con un énfasis en los derechos del individuo y el capitalismo.
Desde temprana edad se nos enseña que el materialismo y el consumo son aspectos necesarios de la vida. Hay un dualismo siempre presente que separa a la sociedad de la naturaleza
La idea del Buen Vivir es una alternativa a este enfoque centrado en el desarrollo.
Este concepto se basa en la creencia de que el verdadero bienestar solo es posible como parte de una comunidad. El bien de la comunidad se coloca por encima del individuo. Además, esto es comunidad en un sentido expandido; Incluye la naturaleza, las plantas, los animales y la tierra. La naturaleza misma debe ser cuidada y respetada como una parte valiosa de la comunidad. La tierra no puede ser propiedad para ser explotada, sino que debe ser honrada y protegida.
El Buen Vivir comenzó a desarrollarse en la década de 2000 en América Latina por algunas razones específicas:
En los proyectos de desarrollo, implementados por los gobiernos y los bancos multilaterales de desarrollo en esa época, claramente no eran los intereses de la gente lo que más les importaba. Estos proyectos de desarrollo prometieron brindar mayor riqueza a los países latinoamericanos y lo que hicieron en cambio fue agotar los recursos naturales del área y aumentar los niveles de pobreza.
Se hizo evidente que los pueblos indígenas que habían vivido durante siglos de manera pacífica y sustentable no necesitaban el desarrollo que las filosofías occidentales consideraban tan esencial. Debía haber formas de vida alternativa que no incluyeran el desarrollo moderno y el capitalismo, y que pudieran ser adoptadas por un mayor número de personas.
Ante el cambio climático y la rápida destrucción del medio ambiente, particularmente en la región amazónica, se puede encontrar sabiduría en el Buen Vivir, que rechaza la perspectiva antropocéntrica de nuestra cultura moderna y valora mucho la importancia de preservar, protegiendo y respetando la naturaleza. Los seres humanos ya no son los únicos que tienen valores y derechos.
Curiosamente, algunos de los caminos hacia el Buen Vivir ya se están convirtiendo en tendencias en nuestra cultura occidentalizada:
Esto lo practican aquellos que adoptan un estilo de vida sin desperdicio (un pequeño movimiento dentro de las casas) y el regreso a los alimentos naturales, orgánicos y crudos.
Podemos tener beneficios fiscales para la eficiencia energética. Las corporaciones ecológicas están creciendo en popularidad. El impuesto al carbono, ya implementado en algunos países, crea precios que reflejan el costo real de los productos que dañan el medio ambiente durante la producción, ya sea por el envío o por los materiales utilizados.
La disminución o la desaceleración del consumo es una parte necesaria e inevitable de cualquier plan razonable para frenar el calentamiento global. La respuesta no es solo encontrar fuentes de energía alternativas, sino también reducir el uso de energía, y así reducir el agotamiento de los recursos naturales. Esto ocurrirá no solo por el aumento de la eficiencia (como cambiar a automóviles eléctricos) sino más importante al promover alternativas verdaderamente sustentables (como caminar y andar en bicicleta en lugar de conducir automóviles).
En lugar de importar y exportar productos hacia y desde China (por ejemplo), cada región debería producir solo lo que necesita. Los recursos naturales deben extraerse y utilizarse solo en la medida de la demanda regional. Esto apenas comienza a ocurrir, cada vez más familias están cultivando su propia comida. Se desarrollan huertos comunitarios que facilitan la implementación y mantención de éstos. Pero este movimiento tiene un largo camino por recorrer, y la transformación sería clave para una mayor aceptación del concepto de Buen Vivir.
“El consumismo a gran escala en la sociedad contemporánea compromete los recursos naturales y la economía sostenible.”
“Las alternativas a algunos de los problemas del consumismo son el desarrollo sostenible, el ecologismo, el decrecimiento y el consumo responsable.”
Todos queremos vivir de la mejor manera que sea posible, pero resulta muy fácil confundirnos, si constantemente nos bombardean con publicidad para que adquiramos cosas que nos hacen creer que necesitamos.
Lo que es un lujo para mi o para ti no lo es, necesariamente, para el resto. Lo que es de primera necesidad para alguien, quizá es un lujo para mi. Qué determina el valor de las cosas, o quién mas bien dicho, somos nosotros, somos todos los ofrecemos algo. Le damos valor a nuestro trabajo y también le damos valor al margen de ganancia por algo que revendemos.
La idea que desarrolla este portal es la de darle la oportunidad a todos para que se hagan visibles. Para que puedan vender sus productos y servicios dentro de la comuna, con mayor facilidad. Todos preferimos pasar más tiempo en nuestra casa y menos sobre un vehículo por horas. Que bueno sería si pudiéramos intercambiar entre nosotros y obtener todo lo que necesitamos.
Las crecientes crisis ambientales y sociales que enfrentamos; como el colapso climático, el colapso de la biodiversidad, la inequidad en la distribución del dinero y la amenaza de la guerra, son todos fracasos de una visión del mundo que antepone la rentabilidad, los mercados y el crecimiento económico a la felicidad humana.
Suena como si quisiera cambiar el mundo… y en cierta forma lo es, porque donde vivo es “mi mundo”.
El concepto de felicidad no es una idea meramente filosófica exenta de repercusiones en nuestra vida cotidiana. De hecho, la imagen que tengamos de la felicidad influye en nuestra actitud ante la vida e incluso puede hacer que seamos más o menos felices.
Los años 80 marcaron un cambio importante en muchos aspectos, durante esta década se reconoció un triunfo para el consumismo: las viejas restricciones morales sobre el consumo como el ahorro y la culpa fueron eliminadas por un extraordinario impulso del consumo a crédito. La avaricia perdió algunas de sus connotaciones peyorativas y puritanas. Comprar se convirtió no sólo en la adquisición de cosas, sino también en la compra de identidad. La gente ya no compra productos sólo por lo que ellos hacen, sino también por lo que ellos representan. La sociedad se visualiza a si misma infeliz en la medida que no puede tener ciertas cosas y no se focaliza en lo feliz que se puede ser teniendo lo que se tiene.
La filosofía de las tres erres consiste en reducir, reciclar y reutilizar.
La moda del primer mundo de usar y desechar la ropa con poco o nada de uso es algo que va totalmente en contra del consumo responsable.
La moda si incomoda y especialmente al planeta, ya que esta dentro de las 3 industrias más contaminantes del mundo, y esto bien lo afirma el documental “The True Cost“ (el verdadero costo) que grafica cómo la moda “low cost” que como su nombre indica “de bajo precio” termina generando un costo más alto en el medio ambiente. Actualmente compramos más de 80 mil millones de prendas de ropa nueva cada año. Eso es 400% más que la cantidad que comprábamos hace dos décadas. Otro factor dañino de esta industria es la manera en que se produce la ropa, ya que para teñir las telas se utilizan químicos tóxicos sumado a muchísima agua, la cual va a parar luego a nuestros océanos, volviéndolos cada vez más ácidos. Se estima que el 20% de los tóxicos que se vierten en el agua viene de la producción textil.
La industria de la moda se caracteriza por promover el consumo a través de sus constantes cambios de temporada, lo que ha impulsado el “fast fashion”, prendas que se producen de forma rápida y que al ser de bajo costo también se adquieren rápidamente, lo cual genera una sensación de que la ropa es “desechable” y ahí viene otro gran daño, ya que las prendas que no usamos terminan en vertederos.
El reciclaje de ropa se ha vuelto una práctica casi diaria entre muchas comunidades que buscan re-utilizar y aprovechar la ropa que otros ya no usan. Este sitio intenta promover esta práctica. Todos tenemos más o menos ropa que no usamos ya sea porque nos queda chica, o grande, o simplemente porque ya no nos gusta o acomoda cómo nos queda. También muchas tenemos hijos e hijas, sabemos que crecen rápido y usan muy poco tiempo las cosas.
“El placer de sembrar ¿Por qué sembrar? Para tener alimentos frescos, con gusto más intenso, sin pesticidas, que no sean transgénicos, mantener los músculos de nuestro cuerpo saludables, evitar gasto en refrigeración, transporte, bolsas y embalajes, reusar deshechos orgánicos, disfrutar de la naturaleza, tener un lugar en el que descansar a la sombra en verano, inspirarse en invierno, suspirar en primavera o jugar en otoño, y porque lo que sembremos podrá ser alimento o cobijo de diversos animales que nos deleitaran con sus formas, coloridos, movimientos y cantos.”
El valor ecológico de las plantas es fundamental, pues además de proporcionarnos oxígeno, actúan como filtros de los contaminantes del aire y el agua, protegen y fertilizan el suelo, regulan la temperatura, aminoran el calentamiento del planeta y son la base de la cadena alimenticia.
Esta es una comuna rural, los espacios en general son grandes. Por qué no plantearse hacer pequeñas comunidades, que siembren por lo menos parte de lo necesario para el autoconsumo, que compartan el trabajo y los gastos de agua, semillas, tierra y lo que sea necesario. Muchas veces no plantamos porque para una persona es mucho trabajo… pero si lo hacemos entre varios la perspectiva cambia. Y quizá incluso podemos intercambiar entre las pequeñas comunidades y ponernos de acuerdo. Unos plantan tomates y otras lechugas e intercambiamos.
“La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad.”
“La ciencia política constituye una rama de las ciencias sociales que se ocupa de la actividad en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva.”
Como pueden ver, resulta imposible que podamos mantenernos al margen de la política, ya que todos somos parte de la sociedad, todos vivimos en sociedad. Es así que toda idea política que pretenda participar en la configuración del futuro debe tener una visión. Esto también es aplicable a la política de desarrollo del siglo XXI, cuya visión necesariamente debe contemplar el respeto de los derechos humanos a nivel mundial, la conservación de la paz, la mitigación de la pobreza, la atenuación de las desigualdades, la eliminación de las hambrunas, el control del crecimiento demográfico, la erradicación de las causas de las migraciones forzosas y la protección de los recursos naturales.
El sistema neoliberal, que en Chile tuvo su más profunda manifestación durante toda la dictadura, se caracteriza por una liberalización ‘extrema’ de muchos mercados, aun aquellos con claras fallas como el de servicios básicos, en donde algunos segmentos de los mercados de electricidad y agua estaban completamente liberalizados; los de necesidad básica, en donde se avanzó fuertemente en la privatización de la educación y la salud; o el del transporte público totalmente desregulado. Consistentemente, este modelo se caracteriza por un débil rol regulador y un aún más bajo énfasis en la política social. Todos los gobiernos posteriores a la dictadura se mostraron proclives a mantener y corregir, en lugar de cambiar, el modelo neoliberal heredado.
El neoliberalismo domina el pensamiento de los líderes mundiales, en un momento en que socava la eficacia del estado para hacer frente a las crisis climáticas, sanitarias y sociales.
Creo que debemos tener claro el hecho de que tomar medidas efectivas sobre el colapso climático requiere un cambio de liderazgo, un cambio de gobierno, un cambio político y mucho cambio ideológico.
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